¿Por qué existen productos financieros “verdes”?
En la actualidad, la mayoría de las entidades financieras ofrecen una amplia gama de productos “verdes”. Sin embargo, aunque en el artículo previo solo se analizaran productos de inversión, también existen productos “verdes” en materia de financiación y de seguros. El rápido crecimiento y la expansión de estos productos en el mercado responde, principalmente, a dos motivos. En primer lugar, a la existencia de un interés generalizado en las cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza (ESG). En segundo lugar, al hecho de que estos productos “verdes”, a menudo, cuentan con ventajas económicas interesantes en comparación con los productos tradicionales del mismo tipo.
En este artículo se presentarán algunas de las tipologías de productos “verdes” más comunes, en las que tanto particulares como PYMES pueden ver dichas ventajas materializadas, y beneficiarse de ellas.
Productos de financiación: préstamos verdes
A través de los préstamos verdes una entidad bancaria presta una suma específica de dinero, con la condición de que esta se destine a proyectos o actividades que tengan un fin vinculado a la sostenibilidad. Para contratar un préstamo verde, además de cumplir con los requisitos propios de cualquier tipo de préstamo convencional, se debe justificar la finalidad a la que se dedicarán los fondos.
En función de dicha finalidad existen distintos tipos de préstamos verdes, siendo los más comunes:
- Préstamos para financiar mejoras, reformas o rehabilitaciones en el hogar que supongan un ahorro de energía, o un aumento de la eficiencia energética. Por ejemplo, mejorar el aislamiento de paredes, instalar paneles solares, o adquirir electrodomésticos eficientes.
- Préstamos para la compra de un coche ecológico. Principalmente coches eléctricos o híbridos.
- Préstamos adaptados para sectores o actividades específicos. Por ejemplo, préstamos para la compra de maquinaria responsable con el medioambiente, para empresas del sector agrícola.
La principal ventaja económica de los préstamos verdes es que las entidades bancarias que los ofrecen suelen brindar condiciones más favorables, como tasas de interés más bajas, plazos de devolución más flexibles, o la ausencia de comisiones de apertura, entre otros beneficios. Por lo tanto, estos productos resultan más atractivos que los préstamos convencionales para particulares y pymes que deseen llevar a cabo reformas o proyectos considerados como “sostenibles”.
Productos de financiación: hipotecas verdes
Las hipotecas verdes son un tipo de crédito hipotecario (préstamo) diseñado específicamente para financiar la compra de viviendas nuevas con una calificación energética elevada. El principal atractivo de estos productos frente a las hipotecas tradicionales consiste en la mejora de las condiciones del préstamo, que incluyen tasas de interés más bajas, o una menor aportación inicial, entre otras.
Estas ventajas, por lo general, solo se aplican en la constitución de créditos hipotecarios para la adquisición de viviendas que ya posean una alta calificación energética. No obstante, algunas hipotecas verdes también ofrecen ciertas facilidades si el crédito se va a destinar a mejorar la eficiencia energética de la vivienda, de manera similar a los préstamos verdes analizados en el punto anterior.
Productos de ahorro: planes de pensiones sostenibles
Los planes de pensiones son productos de ahorro a largo plazo, diseñados para complementar las pensiones públicas en el momento de la jubilación. A través de estos productos, los titulares van aportando fondos, que son luego invertidos por los gestores del plan siguiendo los criterios de rentabilidad y riesgo acordados. Además, es posible integrar criterios medioambientales y sociales en el proceso de selección de las inversiones, generando con ellas un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.
Productos de seguros
En la actualidad, existen seguros “verdes” diseñados para cubrir una serie de actividades específicas, como la agricultura; y seguros configurados para cubrir riesgos ambientales y relacionados con el cambio climático. De nuevo, estos productos sostenibles brindan, a menudo, mayores beneficios económicos para estas actividades concretas, en comparación con los seguros tradicionales.
Dejando al margen la existencia de seguros verdes específicos, cabe señalar que las empresas del sector asegurador llevan integrando criterios de sostenibilidad en sus productos de forma general desde hace tiempo, de acuerdo con lo dispuesto en la regulación actual[1].
Productos de inversión
Para satisfacer las necesidades de los inversores existe una creciente gama de productos financieros de inversión que incorporan criterios ESG en su gestión, o que están específicamente diseñados para financiar proyectos con un impacto positivo. Dado que estos productos son más complejos, se tratarán con detalle en el próximo artículo.
En definitiva, los productos “verdes” son una opción interesante a la hora de contratar un producto financiero, no solo por su impacto positivo sobre el medio ambiente y la sociedad, sino también por sus ventajas económicas, que a veces superan a las de las alternativas tradicionales.
Desde FINRESP, abogamos por brindar a la sociedad, a las pymes y a los inversores el conocimiento financiero necesario para comprender esta variedad de productos y, así, ayudarles a tomar decisiones informadas que se ajusten a sus necesidades y preferencias.
[1] Directiva 2009/138/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de noviembre de 2009, sobre el seguro de vida, el acceso a la actividad de seguro y de reaseguro y su ejercicio (Solvencia II). Fuente: EUR-Lex – 32009L0138 – ES – EUR-Lex (europa.eu)
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