Lograr una transición equilibrada y lineal hacia la descarbonización de la economía requiere un diálogo constante entre el sector privado y las administraciones públicas.
En la sesión participaron Daniel Beunza, catedrático de Bayes Business School of City, University de Londres e investigador asociado al Centro de Estudios del Riesgo Sistémico de la LSE, Juan Carlos Delrieu, director de estrategia y Sostenibilidad de la AEB y miembro del Comité de Dirección de FINRESP y Laura Blanco, responsable global de ESG en Santander Wealth Magamentent and Insurance.
13 de junio de 2023.- La gestión del cambio climático es una tarea que no puede quedar en manos exclusivamente de instituciones financieras o bancos centrales. Por el contrario, lograr una transición equilibrada y lineal hacia la descarbonización de la economía requiere un diálogo constante entre el sector privado y las administraciones públicas. Así, resulta fundamental fomentar la colaboración y la coordinación entre ambas, a fin de alcanzar un mundo más sostenible.
Esta ha sido una de las principales conclusiones de la jornada «Modelos, actores financieros y bancos centrales frente al nuevo reto del riesgo climático” celebrada bajo la organización conjunta de Finresp (Centro de Finanzas Responsables y Sostenibles de España) y Afi Escuela que ha contado con la participación de expertos de primer nivel como Daniel Beunza, catedrático de Bayes Business School City University de Londres e investigador asociado al Centro de Estudios del Riesgo Sistémico (SRC) de la London School of Economics, Juan Carlos Delrieu, director de estrategia y Sostenibilidad de la Asociación Española de la Banca (AEB)y miembro del Comité de Dirección de FINRESP y Laura Blanco, responsable global de ESG en Santander Wealth Magamentent and Insurance. El discurso de cierre se realizó de la mano de Mónica Guardado, socia directora de Afi Escuela.
La jornada, moderada por Jesús Morales, consultor de Banca de Afi, comenzó con la ponencia de Daniel Beunza quien dio respuesta a tres cuestiones de peso: qué es y qué no es el riesgo climático, cómo evitar puntos ciegos en los modelos de riesgo climático y cómo superar la resistencia ciudadana a una solución tecnocrática al cambio climático. Beunza apunta que “la amenaza del cambio climático implica un nuevo enfoque en la administración del riesgo para las entidades crediticias. Este enfoque presenta desafíos en cuanto a la identificación y medición de peligros que conlleva una posible reacción en su contra. Para evitar esto, reguladores y bancos centrales deben estar más atentos, mejorando el proceso político en la transición del cambio al riesgo climático. Dicho proceso debe tener en cuenta antecedentes, consecuencias y alternativas, y dar un papel fundamental a instituciones intergubernamentales y movimientos sociales“.
A continuación, se dio paso a la mesa redonda en la que Daniel Beunza, Juan Carlos Delrieu y Laura Blanco, realizaron un diagnóstico de situación de la gestión del cambio climático para las entidades de crédito como principales agentes económicos en la dinamización a una economía verde.
Juan Carlos Delrieu destacó la vocación proactiva del sector financiero por ser un agente activo para lograr una economía descarbonizada. Un compromiso que el sector financiero articula cumpliendo con los requerimientos regulatorios a la vez que promueve el impacto acompañando a los clientes en sus sendas de transición y traduciendo este conocimiento en políticas comerciales y procesos de crédito para promover la financiación y la inversión en proyectos sostenibles. Sin embargo, Delrieu enfatiza que los retos se superarán únicamente “trabajando de manera colaborativa y creando un marco de dialogo estratégico entre gobierno, las empresas más intensivas en emisiones de gases de efecto invernadero y el sector financiero. De hecho, hasta cierto punto, FINRESP es un buen ejemplo de lo que significa la colaboración y el compromiso como bazas para avanzar con firmeza en el desarrollo de las finanzas sostenibles”.
A su vez, Laura Blanco explica cómo la regulación impuesta por parte de la Unión Europea y que busca fomentar la transparencia y evitar, entre otros, el ‘greenwashing’ es difícil de implementar en el corto plazo, principalmente porque “es necesario homogeneizar los estándares y definiciones de ESG”.
Los ponentes también hablaron sobre los retos pendientes en la estrategia de identificación, medición y gestión de los riesgos climáticos. Al respecto, Juan Carlos Delrieu hizo hincapié en cuatro desafíos fundamentales: estratégicos, geopolíticos y sociales, regulatorios y de transición. Por su parte, Laura Blanco considera necesaria una visión conjunta de todo el problema sobre el riesgo que supone el cambio climático.
Para cerrar la mesa redonda, Daniel Beunza destacó cómo FINRESP es un claro ejemplo del tipo de alianzas y coaliciones que nacen para actuar de manera común y con carácter constructivo y enfatizó en que la clave para lograr una transición justa “es una visión de 360 grados que integre los elementos de la modernización con el contexto institucional y político en el que se está llevando a cabo”.
El evento concluyó con una reflexión por parte de Mónica Guardado, socia directora de AFI Escuela: “estamos en un momento crucial. Todas las instituciones debemos aportar nuestro grano de arena, hay que contribuir a que la divulgación llegue a la sociedad y a todos los sectores y formar con criterios sostenibles a los que van a tener que dirigir las compañías a futuro”.
Sobre Finresp
Finresp, el Centro de Finanzas Sostenibles y Responsables de España, promovido por la Asociación Española de Banca (AEB), CECA, la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (INVERCO), la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unacc) y la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (UNESPA), es una entidad de ámbito nacional integrada en el Network of Financial Centres for Sustainability (FC4S) de Naciones Unidas. Su misión consiste en convertir a los agentes financieros de nuestro país en contribuidores netos a la concienciación de los agentes económicos y de la sociedad españolas ante los retos y oportunidades asociadas al desarrollo sostenible y en la vinculación de la sostenibilidad con nuestro tejido productivo, y, en especial, con nuestras PYMES.