El pasado 1 de julio, Finresp, el Centro de Finanzas Sostenibles y Responsables, y la Embajada Británica en Madrid co-organizaron el webinar“Desafíos y oportunidades para el sector financiero en la transición hacia una economía verde”con la colaboración de Afi Escuela de Finanzas.
La primera ponente de la sesión, Katharine Braddick, Directora General de Financial Services del Tesoro Británico, inició su intervención mostrándose convencida de que la salida del Reino Unido de la Unión Europea no interrumpirá la colaboración de las dos demarcaciones en el ámbito de las finanzas sostenibles, porque ésta se basa en uno de sus muchos valores compartidos.
A continuación, Braddick afirmó que, pese al tremendo shock que ha supuesto el COVID-19, la pandemia no debe frenar la inercia positiva previa en la lucha contra el cambio climático, y que el sistema financiero ha de seguir jugando un papel central en la misma.
De hecho, la ponente consideró que el foco en los aspectos ESG (es decir, ambientales, sociales y de gobierno corporativo) ha resistido la crisis del coronavirus porque, en el fondo, evitar que esta se repita pasa por construir economías más resilientes, y que eso requiere contar con agentes financieros igualmente resilientes que las vuelvan más verdes.
Braddick repasó a continuación algunos de los compromisos pasados, presentes y futuros del Reino Unido con las finanzas sostenibles, y se detuvo especialmente en laGreen FinanceStrategy. Esta estrategia persigue que la toma de decisión del sector financiero tenga siempre en cuenta factores climáticos, acelerar la inversión verde y aprovechar la oportunidad que brinda a un centro financiero como Londres la eclosión de las finanzas sostenibles.
Tras felicitar al sector financiero español por la suscripción de un acuerdo por parte de más de 20 entidades durante la COP25 para reducir la huella de carbono de sus carteras de crédito, la ponente se despidió reiterando que las finanzas sostenibles no solo son beneficiosas para las empresas y los inversores, sino el camino a seguir para resolver el problema más crítico que enfrenta nuestra generación.
Tomó la palabra a continuación JoséMaría Roldán, Presidente de la Asociación Española de Bancay de Finresp, quien consideró en primer lugar que, aunque en un primer momento el COVID-19 impactó como un meteorito en todo el mundo y volvió superfluo hablar de medio ambiente ante una crisis social y sanitaria sin precedentes, ese desánimo se ha disipado y hoy la lucha contra el cambio climático está más vigente que nunca, porque, en el fondo, el coronavirus no es más que un ejemplo extremo de los riesgos físicos a los que nos expone ese cambio.
Al mismo tiempo, la pandemia ha sacudido profundamente a nuestras economías y urge devolverlas al buen camino: una oportunidad única, según Roldán, de orientarlas hacia el futuro en lugar de hacia fórmulas del siglo XX. En ese sentido, el coronavirus, más que crear nuevos desafíos, está acelerando tendencias que ya existían, como por ejemplo la transformación digital o las propias finanzas sostenibles.
Pero este alentador argumento no debe distraernos sobre los retos que todavía tenemos por delante. De entre los mismos, el ponente se refirió en primer lugar a la enorme incertidumbre que caracteriza al mundo post-COVID-19, y pidió a los gobiernos que, para navegar con éxito por la misma, es imprescindible que planteen políticas claras y predecibles, y, sobre todo, una hoja de ruta clara de cómo conducirnos hacia una economía sostenible.
Roldán también alertó sobre el riesgo de que en el mundo post-pandemia se produzcan guerras comerciales ‘verdes’ por las diferencias en la ambición con que los distintos países enfrenten la lucha contra el cambio climático, y sobre que, en definitiva, las cuestiones ambientales añadan una capa adicional de complejidad al comercio internacional.
A modo de cierre, el ponente quiso compartir con los asistentes al webinar un mensaje de optimismo sobre que el momento actual, pese a su complejidad, va a impulsar la lucha contra el cambio climático. Así lo acredita la importancia que está dando a la misma la propia Comisión Europea, su papel cada vez más central en el debate político y social, y su vinculación cada vez mayor con el bienestar de las personas.
Pero acabar de impulsarla pasa también por lograr victorias a corto plazo (o quick wins), de entre las que Roldán se refirió por ejemplo a la oportunidad que tenemos en España de mejorar los estándares de eficiencia de nuestros edificios: una actividad intensiva en mano de obra en un momento en que necesitamos crear ocupación, que, al mismo tiempo, volverá más verde a nuestro parque inmobiliario.
En el segundo bloque de la sesión, Adrian Rimmer, Senior Advisor en materia deGreen Finance en elLondon Stock Exchange Group, apuntó que la compañía británica, propietaria entre otras de laBolsa de Londres o de la Borsa Italiana, está determinada a jugar un papel clave en el impulso a las finanzas verdes. Por ejemplo, mediante el lanzamiento de un sistema de puntuación ESG para compañías cotizadas, de un sello con el que distinguir a las empresas con más de un 50% de ingresos verdes ode un mercado de bonos sostenibles que ya ha permitido que 60 emisores hayan accedido a 45.000 millones de libras de capital.
A continuación, Nick Harris, Senior Manager en materia deGreen Finance en The Carbon Trust, afirmó que el papel de los agentes financieros en la transición verde es especialmente relevante porque estos brindan servicios a la economía real, y son por lo tanto un canal de transmisión natural a la misma de los riesgos y oportunidades de la emergencia climática.
La siguiente ponente, Isabel López, Socia fundadora de Canvas, hizo hincapié en que, en la década transcurrida desde la última crisis financiera, se ha producido una toma de conciencia colectiva sobre que el capitalismo necesita reiniciarse. La propia Canvas ha acreditado ese clamor en su encuesta ‘Approaching the future’ del pasado mes de mayo, en que dos de las tres tendencias que más preocupan a los empresarios son de orden climático y en que un 57% considera que la importancia de las cuestiones ESG en sus organizaciones es hoy mayor a la de hace un año.
Por último, Germán Granda, Director General de Forética, apeló a una mayor toma de conciencia por parte de los Consejos de Administración de las empresas sobre los riesgos y oportunidades de la emergencia climática, y se mostró preocupado por los resultados del último estudio de la entidad, que acreditó que solo un 16% de los consejeros de las empresas cotizadas españolas es competente en temáticas de sostenibilidad, y que solo un 29% de esas compañías cuenta con comisiones de sostenibilidad en sus consejos.
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