Durante gran parte de 2022, la incertidumbre en los mercados provocada por la guerra en Ucrania, que estalló a finales de febrero, limitó significativamente las emisiones. Además, la retirada de estímulos por parte de los bancos centrales intensificó esta tendencia.

Tras un año 2022 desafiante, las emisiones de bonos verdes están recuperándose paulatinamente. En el primer trimestre de 2023, se han registrado emisiones por valor de 121.542 millones de dólares (111.280 millones de euros) en todo el mundo, lo que representa un aumento del 7,8% en comparación con el mismo periodo del año anterior, según los datos provisionales de la Climate Bonds Initiative (CBI), un organismo muy reconocido en este ámbito.

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