El artículo publicado en El Economista explica que la Esma, la Autoridad Europea de Valores y Mercados,  tiene consulta abierta (hasta el 20 de febrero) para evaluar los requisitos que deben cumplir los fondos domiciliados en la UE; que incorporen en sus denominaciones palaras como: sostenibilidad, sostenible, ESG, verde o similar. En definitiva, aquellos en los que la Esma ha puesto la lupa.

El objetivo de esta iniciativa es evitar el greenwashing: que no se llamen verdes o ESG productos que no lo son.

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